Desfile del 20 de Enero

Personajes y sucesos del pasado de Misantla, se recordaron en el desfile  del 20 de enero que  por la mañana recorrió sus calles.
Bien, por quienes lo hicieron posible y más por qué  pueden mejorarlo en gran medida, como lo hicieron del año anterior al actual.
La historia de Misantla además de vieja es rica, no se agota en lo mostrado por las instituciones educativas en el paseo a que antes me refiero, fue: lección objetiva recibida por los espectadores interesados en observar, pasajes de su ayer.
El tiempo presente es el espacio en blanco donde pueden plasmarse  imágenes que pertenecen a la historia personal y comunitaria. Todos dibujamos en él, algunas veces consciente otras inconscientemente; por eso,  sus páginas guardan recuerdos individuales y colectivos.
No sé tú, pero yo,  me sentí orgulloso de ser Misanteco presenciando el desfile tradicional  conmemorativo de la fundación de Misantla. Recordar lo que fue, -porque a eso dieron más importancia- no significa que lo  reciente y actual sea intrascendente,  pasa inadvertido porque cada vez aumenta el desinterés  en lo propio y decrece injustificadamente en lo ajeno. Esto hace que sucesos inmediatos desaparezcan rápidamente, pues su ignorancia e incomunicación fomentan su olvido. Evitar que ocurra  es tarea de todos,  así el desfile del veinte de enero perdurará actualizado y novedoso.
Impactante, ilustrativo y original fueron las características del paseo que transitó por calles misantecas el viernes pasado por la mañana. Los muchos que de diferente manera participaron en él deben estar contentos, no satisfechos. Mejorarlo es una meta alcanzable que involucra a todos, porque todos tenemos algo que dar para superarlo; por ejemplo, frente donde presenciaba el desfile y en la acera donde estaba había mucha gente y solo dos mujeres emocionadas aplaudían y animaban a los contingentes que participaban y pasaban frente a ellas; la diferencia con los demás, -incluyéndome- , era mucha y poco para preguntarles si eran misantecas, pero la vergüenza a escuchar una respuesta negativa lo impidió. Apoyar, reconocer, estimular a personas que pasan frente a nuestros ojos esforzados en cumplir desinteresadamente lo solicitado, merecen ser aplaudidas, animadas, esto no cuesta, hagámoslo siempre y así ellos no lo harán por obligación y si por colaboración.
Él tantas veces mencionado desfile del veinte de enero en Misantla, es un evento que puede ser un atractivo turístico, su singularidad así lo augura. No seamos indiferentes, involucrarnos es el camino para lograrlo, exige: disposición, preparación, organización, participación cada quien en lo que pueda, sin perder de vista MISANTLA.
Opiniones, ideas, proposiciones, recomendaciones para mejorarlo deben ser atendidas. La necesidad de un Comité conformado por quienes lo han organizado y misantecos entusiastas  es imprescindible; insisto, el desfile del veinte de enero puede llegar a ser el acontecimiento ferial que atraiga más visitantes a Misantla, depende de nosotros hacerlo realidad. ¡Atrevámonos!.   
Por su horario de trabajo muchas personas se privaron de presenciar el paseo; un cambio de horario sería la solución, aclaro: es sugerencia.

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